El corazón de la educación

Si queremos tener éxito en darles oportunidades de superación y un mejor futuro a nuestros niños y jóvenes, debemos crear entre todos una era del maestro de excelencia en México.

¿Por dónde empezar?, primero, identificando y honrando a quienes, adelantándose a su tiempo y sorteando todo tipo de dificultades, ya la viven, después, siguiendo sus pasos y sus buenas prácticas.

Piensa en el mejor maestro que tuviste. ¿Qué ha significado para ti en tu vida? El maestro que recordaste, así como cientos de miles que hay en México, ofrecen su trayectoria como el camino a seguir: como profesionistas y como ciudadano comprometido.

Ellos hacen que seamos la mejor versión de nosotros mismos y permiten a las generaciones no solo soñar, sino saber que si perseveran, pueden tener éxito. En esta época en que nuestro país necesita del esfuerzo, el empeño y el compromiso de sus ciudadanos, ellos son sumamente importantes.

En pocas palabras, son el corazón de la educación que oxigena, da vida y esperanza a México. Su labor incansable es una señal de entrega y de generosidad, un símbolo de amor a la libertad, al conocimiento y al prójimo.

Los maestros no son invisibles para nosotros y no solo los vemos, sino que los apreciamos, los apoyamos y los admiramos. Es momento de reconocer a todos los profesionales de la educación que están dispuestos a formar parte de esta nueva era de excelencia.

Autor: Claudio X. González Guajardo, presidente de Mexicanos Primero, iniciativa ciudadana que trabaja para asegurar el derecho de Las niñas, niños y jóvenes a una educación de calidad.