Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un hombre chino, poniendo un plato con arroz en la tumba vecina. El hombre se dirigió al chino y le preguntó: - Disculpe señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá a comer el arroz? - "Sí", -responde el chino, "cuando el suyo venga a oler sus flores." Moraleja: Respetar las opiniones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, por lo tanto actúan diferente y piensan diferente. No juzgues, solamente comprende, y si no lo puedes comprender... OLVÍDALO. Recuerda las 5 simples reglas para ser feliz: "Envejecer es obligatorio, crecer es opcional" |