Durante una fuerte tormenta en alta mar. Una mujer muy nerviosa que viajaba en un trasatlántico acudió al capitán en busca de tranquilidad. - "Capitán", le pregunto temblorosa, "¿estamos en gran peligro? A veces olvidamos la presencia de Dios hasta el último momento, hasta que nos vemos rodeados por la tormenta. Siempre, incluso durante la calma, debiéramos tener presente la protección divina. Colaboración de Guadalupe Huevara López. |