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| A veces, nos ponemos a pensar por qué los amigos nos mandan chistes y nunca nos dicen nada de ellos, a lo mejor esto lo explica: Cuando uno se encuentra muy ocupado, pero aún así deseas mantenerte en contacto con tus amigos, adivina que haces - le reenvías unos chistes. Cuando no tienes nada que decir, pero aun deseas mantener el contacto, reenvías chistes. Cuando tienes algo que decir pero no sabes exactamente que escribir, reenvías chistes. Todo esto para decirte que: aún te recuerdo, aún eres importante, aún te quiero, aún te cuido, aún te necesito, adivina ¿qué obtienes? Un chiste reenviado por mí. Así es mi amigo, la próxima ocasión si recibes un chiste, no pienses que sólo te envié ese chiste, sino que hoy pensé en ti y deseaba enviarte una sonrisa. Colaboración de Gabriel Núñez de León, Gto., México. |
