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| Mira a tu hijo cuando te hable, solo así aprenderás a leer sus ojos. La rutina nos mantiene tan ocupados y estresados que hemos descuidado las cosas que tienen mayor relevancia. Y una de ellas con la que hemos perdido el contacto son nuestros hijos. Cada vez más se cree que la función de los padres es solo proveerles de un techo, educación y bienes materiales. Olvidando que lo primordial para nuestros hijos es darles de nuestro tiempo y amor. Momentos como la cena, los domingos o simples espacios del día, preferimos invertirlas en llamadas de negocios, televisión o siestas ininterrumpidas que ponernos al tanto de nuestros hijos. Es necesario sentarnos con ellos para conversar, sin ningún tipo de distracción. Mirarlos a los ojos, cada vez que tienen una pregunta o cuando nos quieren contar alguna anécdota. A través de sus ojos descubriremos todo un mundo, lleno de alegrías y tristezas. Aprender a leer los ojos de nuestros hijos nos acerca verdaderamente a ellos y a ellos a nosotros. |
