Uno de los cuentos de "Las Mil y Una Noches" narra la historia de tres hermanos, Brahaman, el mayor, sale de casa a buscar fortuna y como tarda en volver, Perviz, el mediano, decide buscarlo. Al no recibir noticias de ellos, Pharizaba, la hermana menor, emprende un viaje para buscarlos. En cierto momento se topa con una montaña llena de rocas enormes y comienza a escalarla con la esperanza de encontrar a sus hermanos en la cima. Sin embargo, conforme sube escucha a su espalda voces que la insultan y le dicen cosas que la hacen dudar de su valor, de su determinación y de su capacidad para llegar hasta arriba. La valiente chica logra su objetivo y encuentra un pájaro enjaulado quien le indica que llene una jarra con el agua de una fuente encantada que está en el centro de la cima, que baje de la montaña y que al mismo tiempo vaya regando las rocas que se encuentre en su camino. Pharizada toma la jarra, el pájaro con su jaula y hace lo que éste le pide. En cuanto el agua toca las rocas, éstas se convierten en jóvenes que estaban hechizados. Al cabo de un rato, Pharizada encuentra a sus hermanos quienes le explican que la montaña estaba encantada y que aquellos que se daban vuelta para enfrentar a las voces que los insultaban quedaban convertidos en piedra. Este es uno de mis cuentos preferidos, te lo narro porque estamos empezando un año nuevo y tiene una enseñanza que vale la pena recordar: el que escucha a quienes lo desaniman se quedan a medio camino. Pharizada logró su objetivo porque se negó a prestarle atención a las voces que trataban de hacerla dudar. Por eso, en este año te propongo que seamos sordos a quienes tratan de asustarnos para evitar que avancemos. Y no me refiero solo a amigos y familiares pesimistas, también a nosotros mismos: nuestro miedo, nuestra inseguridad y nuestra falta de objetivos se convierten en esas voces amenazantes que nos dicen que en vez de ser mejores, nos quedemos en el mismo lugar de siempre. Es increíble que nos digamos cosas como: ¿Para qué aprendo algo nuevo si ya estoy viejo?, ¿Para qué cambiar de trabajo si aquí no me va tan mal?, ¿Para qué alejarme de esa pareja que me maltrata si es rebuena gente cuando está de buenas?. Deja de prestarle atención a esas voces que te auto sabotean. La única manera de alcanzar la cima es avanzar sin escuchar los comentarios que te atemorizan. Te deseo que en este año te vuelvas sordo. Autor: |