No negar a la tristeza cuando viene a visitarme, no contener las lágrimas cuando se desbordan de mis ojos. Reconocer que también tengo miedo, que a veces quisiera escapar de mi y de mis pensamientos, salir corriendo de mis límites, que a veces no me entiendo, ni entiendo nada en este mundo loco, que no tengo siempre respuesta ni quiero tenerla, que no siempre puedo con todo, que sueño más de lo que duermo. |