"Cuando quiero algo, me lo pido a mí misma" Hace unos años leí esta frase en una entrevista a la Abuela Margarita, una conocida curandera y guardiana de la tradición maya, y ayer, por alguna razón, volví a tropezarme con ella. Recordé entonces un bonito mantra que alguien me hizo repetir varias veces durante un trabajo personal en mi última estancia en México: "El centro está en mi, todo lo que necesito yo puedo dármelo". Walter Riso define el apego en cuatro creencias erróneas: Cuando crees que algo es permanente, que te va a hacer feliz, que te va a dar seguridad total y que dará sentido a tu vida. El apego es el miedo a perder lo que deseamos, y mientras nuestros deseos estén puestos en algo externo a nosotros, nunca encontraremos esa paz que tanto ansiamos. Nos apegamos al pasado, a las personas que queremos, a las cosas materiales, dándoles inconscientemente un poder que no les corresponde. El otro día, alguien a quien quiero mucho me decía: "Decirle a tu hijo o a tu pareja cosas como "eres la razón de mi vida", es cargarle con una responsabilidad que no es suya, su deber no es dar sentido a tu vida, es crear la suya propia." Somos responsables de nuestra propia felicidad, esa que solo hallaremos dentro y no fuera de nosotros. Es desde el desapego desde donde podemos amar de una manera SANA y LIBRE. Autor: Raquel del Rosario (cantante española) |